Moradores
y comerciantes esperan que el plan de seguridad interinstitucional dé
resultados en la “U”.
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Comerciantes de la calle Ramírez Dávalos
se unieron para instalar un sistema de alarma,
que redujo considerablemente los
robos en la vía.
Foto: Últimas Noticias.
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El anuncio del Municipio sobre aplicar
un plan para reducir los índices de inseguridad dentro y fuera de la
Universidad Central genera expectativa en vecinos y trabajadores de la zona.
Ellos esperan que exista mayor presencia
de la Policía Nacional, más patrullaje en el sector y que se retire a los
supuestos delincuentes. Además, solicitan que se controle el expendio de licor
y de sustancias psicotrópicas.
A partir de septiembre, cuando se inicie
el período escolar, el Municipio, la Policía y autoridades de la institución
universitaria comenzarán a aplicar el plan. Se dará especial atención a temas
de asalto, robo y venta y consumo de drogas.
Carlos J. (nombre protegido) contó que
todos los días se observa a supuestos delincuentes merodeando por la calle
Antonio de Ulloa.
“La seguridad está hecha pedazos, hace
15 días me robaron. Dos tipos en una motocicleta me apuntaron y se llevaron mi
Galaxy 3, a las 16:30”, contó.
Los vecinos coincidieron que este tramo
de la calle Ulloa es el más peligroso. Esto sucedería debido a que en época de
clases, ahí se concentra la mayor cantidad de estudiantes por la existencia de
locales de diversión, especialmente.
Los inconvenientes se dan sobre todo los
jueves, viernes y el fin de semana. Otro de los puntos que tenía una similar
connotación era la calle Ramírez Dávalos, entre la av. América y la calle
Ulloa.
De ahí que hace aproximadamente tres
años, cerca de 20 comerciantes de esa cuadra se unieron para combatir la
inseguridad de la zona. Entre todos reunieron dinero para instalar un sistema
de alarma. Cada comerciante puso unos USD 30.
Verónica López, una de las trabajadoras,
afirmó que en caso de existir alguna persona sospechosa o si se comete algún
delito se enciende la alarma y todos los vendedores salen a la calle. “Así nos
cuidamos todos y evitamos que vengan ladrones”, dijo.
Una medida que ha funcionado, debido a
que la vía “está mucho más tranquila”. Sin embargo, los comerciantes aún ven a
personas indeseables caminando por la calle.
Un oficial de la Unidad de Policía Comunitaria
de Miraflores sostuvo que al día se tienen entre cinco y 10 llamadas de
emergencia de personas que están por la zona universitaria.
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Original: Reprobados en seguridad
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