Mujeres privadas de la libertad hacen radio en la UCE

El programa se lo realiza en vivo desde el alma máter con la participación de 12 mujeres.

Programa "Palabra Libre" - Radio Universitaria

Palabra Libre es un programa radial creado por mujeres privadas de la libertad de la cárcel de mujeres de Quito. Nació en el centro de rehabilitación en 2011 y después de un año y medio de trabajo colectivo, ha ganado un espacio en Radio Universitaria, medio de comunicación de la UCE, ubicado en el subsuelo de la Facultad de Comunicación Social (Facso).

Fernando López, decano de la Facultad, ha brindado todas las facilidades y comodidades al equipo de trabajo de mujeres, quienes llegan junto con resguardo policial a las instalaciones de la radio para producir su programa en vivo cada 15 días.

“Se supone que solo somos PPL, pero tenemos derecho a expresar lo que pensamos y sentimos”, sostuvo María Eugenio Juárez en el micrófono.

"Palabra Libre" al Aire

Para Alejandra Gutiérrez esta experiencia ha sido enriquecedora, “hemos aprendido mucho, las voces y destrezas las hemos descubiertos en los ensayos”. Cuentan con reporteras, locutoras, directora y personas para controles.

A criterio de Gabriel Narváez, estudiante de cuarto semestre de la Facso, el proyecto es una figura “genial”, porque rompe a la cárcel como esa construcción simbólica donde las paredes son todo el universo que se tiene.

“Abrir un espacio de trasmisión, un espacio radial que te permita salir de los muros, eso es realmente un proceso de rehabilitación, de inclusión social llevado a un nivel comunicacional y humano importantísimo”, aseguró Narváez.

Parte del resguardo policial

La meta del equipo de Palabra Libre es generar espacios laborales comunicacionales, que las lleven a una verdadera y efectiva inserción en la sociedad.

El primer programa en Radio Universitaria 1280 AM fue realizado el miércoles 12 de julio. El Runrún intentó continuar la corta entrevista en el programa del 25 de julio pero la Policía imposibilitó la tarea argumentando falta de tiempo.

Wladimir Cabascango