Dato: Investigación El Comercio. |
Esta es una estampa habitual en esta
área donde cada uno de los tres traumatólogos atiende a unos 30 pacientes por
día. La gente citada llega desde temprano porque no tienen hora definida para
pasar al consultorio.
Flavio Morales es uno de los pacientes
en el listado de noviembre. Esperó seis meses un turno para el chequeo
postoperatorio de una cirugía de la tibia. El día de la cita viajó en bus cinco
horas desde el Coca hacia Quito y esperó otras cinco para ser atendido. “Como
me dieron el turno hace seis meses, dije ‘estoy primero’. Llegué a las ocho,
pero ya es la una y aún no me atienden”.
Traumatología es parte del listado de
especialidades con déficit de personal. Según un análisis del Ministerio de
Salud Pública (MSP) se necesitan 275 traumatólogos en el país. Vía contratos se
han llenado 109 plazas, pero la brecha es de 166 especialistas.
Un informe ministerial sobre talento
humano, que fue compartido con las facultades en marzo de este año, concluía
que faltaban más de 6 000 especialistas. La titular de Salud, Carina Vance,
reconoció en un conversatorio que las áreas críticas son traumatología, anestesiología,
radiología y cardiología. Esperan cerrar las brechas en los concursos que esta
Cartera convocará.
Las escuelas de posgrado de Medicina han
tenido limitaciones para formar a los especialistas. Históricamente el número
de especialistas se ha decidido en función de la capacidad hospitalaria y las
becas que las entidades públicas y privadas ofrecían. “Yo no puedo tener 60
estudiantes formándose en el posgrado porque no tengo dónde ponerlos en los
hospitales”, señala Jaime Acosta, director del Instituto de Postgrados de
Medicina de la Universidad Central.
Las becas consisten en un sueldo para el
médico en formación y la obligación de trabajar para la entidad que le
patrocinó, generalmente tres años, después de haberse graduado. El Ministerio
de Salud ha sido la entidad que más becas ha dado a lo largo del tiempo, un
promedio de 200 al año.
Esta Cartera de Estado ha trabajado en
gran medida con el Instituto de Posgrados de la Universidad Central, que tiene
una trayectoria de 52 años y gradúa un centenar de especialistas al año. Pero
ha habido años más austeros.
En el 2005, por ejemplo, solo se
graduaron 14 especialistas (ver tabulado). “La falta de becas fue una de las
razones para no ofertar más posgrados”, señala Acosta.
La oferta de las otras universidades
suma unas 50 plazas y esto no atrapa a todos los médicos que salen de las 23
facultades de Medicina: casi 3 000 médicos al año.
La Pontificia Universidad Católica del
Ecuador (PUCE), que ha ofertado posgrados de Medicina desde hace 18 años, está
por regularizar alrededor de 12 especialidades que están en el proceso de
acreditación. Con esto se ofrecerá por lo menos el triple de los posgrados que
poseen ahora.
La Universidad San Francisco de Quito
(USFQ), que está en el mercado desde hace ocho años, tiene un número más
limitado de plazas porque solo trabaja con el Hospital Carlos Andrade Marín.
Mauricio Espinel, director de posgrados
de la USFQ, confirma que las universidades se limitan a la disponibilidad de
los hospitales. “No hay un proceso de planificación, identificación de las
necesidades, acuerdos entre el Ministerio de Salud y las universidades,
mecanismos de financiamiento y estímulo”.
Édison Chávez, director de posgrados de
la PUCE, dice que las becas ofertadas en las universidades se dan sobre la base
de las especialidades más frecuentes en el área de emergencias de los
hospitales: medicina interna, pediatría, cirugía, ginecología y anestesiología.
De todas las especialidades con déficit
de personal, cardiología es la que ha tenido peor oferta. Actualmente solo la
USFQ ofrece posgrados en esta especialidad.
El Ministerio de Salud empezó a normar
la formación apenas este año. La resolución 013 del Consejo de Educación
Superior (CES), en su art. 3 menciona que “el MSP en coordinación con las
entidades del Sistema Nacional de Salud, definirá el número de plazas y
vacantes disponibles para la realización de los programas de especialidades
médicas”.
El MSP, que sacaba en promedio unas 200
becas anuales, ahora dará más de 600 becas, según Andrés Cadena, asesor de
talento humano. Los primeros beneficiados serán los residentes asistenciales,
que son los médicos generales que no han tenido vinculación con ninguna
universidad, pero han adquirido experiencia en los hospitales. “Son 476
profesionales en dicha situación. En esta primera etapa hemos dado 200 becas
para que se formen estos médicos”.
También se abrió un proceso de formación
con 250 becas para profesionales en general (no solo los profesionales que ya
trabajan en el Ministerio de Salud). “En total esperamos entre pregrado y
posgrado, el MSP otorgue hasta el 2014 más de 10 000 becas. Tanto a escala
nacional como internacional. Con esto solventamos el déficit de especialistas
que tienen las unidades de la red pública de salud”.
La Secretaria Nacional de Educación
Superior Ciencia y Tecnología (Senescyt) está apoyando el proceso del
Ministerio. Fernando Cornejo, funcionario de la Senescyt, dice que “antes había
pocos posgrados sin claridad en los roles entre las instituciones de educación
superior y los hospitales”.
NOTICIA
EL COMERCIO
Diario independiente
Amelina Espinosa – Quito
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