viernes, noviembre 16, 2012

Seis meses durará el rediseño del andén Seminario Mayor

Una cinta amarilla con la palabra peligro advierte a los usuarios que se movilizan en el Corredor Central Norte que la acera, en la que se asentaba la estructura de la estación Seminario Mayor (América y Colón), está rota.

Foto: EL COMERCIO. La parada.
Los usuarios esperan una unidad
en la parada improvisada de la América y Colón.
A las 10:00 y detrás de una caseta improvisada para el cobro de los pasajes, se enfilan 13 usuarios. Tienen prisa. El frío de la mañana capitalina es intenso y una ligera llovizna cae sobre el sector norte de la urbe.

Lorena Puente, estudiante universitaria, saca de uno de los bolsillos de su mochila USD 0,25 y paga su pasaje. Ella vive en La Ofelia, en el norte. Cuenta que a diario se moviliza en este sistema de transporte.

La lluvia se hace más intensa y los usuarios buscan la forma de evitar mojarse, pero en el punto de pago del corredor no hay una cubierta, con angustia piden que se apresure el cobro de los pasajes, para acceder a la parada, donde hay un plástico como techo.

“No sé cuánto tiempo se tarden en arreglar el andén, pero deberían acelerar los trabajos porque ya estamos en invierno y no se puede esperar a la intemperie que nos cobren los pasajes”, dice María Dolores Chávez, usuaria.

La Empresa de Pasajeros de Quito (EPQ), entidad encargada del rediseño de la estructura, informa que la intervención se realiza siete años después de la construcción de la estación.

La empresa agrega que el nuevo diseño permitirá la transferencia e integración de la línea troncal, con las rutas alimentadoras que sirven a los barrios del nororiente y noroccidente.

Otro beneficio, dice la firma, es que la estación se conectará al Corredor Sur Occidental. Según el Municipio, 12 000 personas se movilizan a diario en el Corredor Central Norte, de La Marín (Centro) a La Ofelia (norte).

Luis Terán es uno de los usuarios. En el Seminario Mayor espera una unidad para ir a La Marín. Cuenta que este servicio le permite trasladarse más rápido.

La llovizna no para y el plástico que cubre las dos estructuras de metal (una para los buses que van al norte, y otra para los que van al Centro) no es suficiente para opacar el frío, incluso en algunas partes hay agujeros. Puente, Chávez y Terán desconocen sobre el tiempo que tardará el arreglo de la estación.

Terán se acerca a uno de los dos guardias de seguridad que permanecen en la estación y le pregunta: “¿Cuánto tiempo van a estar estas estructuras?”, el uniformado, quien prefiere no dar su nombre, contesta que no está al tanto.

Según EPQ, se prevé que la obra se entregue en abril. En tanto, la estación no funcionará en integración con el resto de corredores, puntualiza.

La unidad 9 llega a la parada y en el largo andén hay alrededor de 35 personas. Una a una ingresan. En el centro del articulado se ubican Carla Mejía y Ana Méndez, estudiantes de Medicina Veterinaria de la Universidad Central. Ellas cuentan que en la noche la espera de los buses es difícil por el frío. “Antes podíamos protegernos en la estación, ahora no. En la fila para pagar el pasaje hay personas que se te acercan y te piden dinero”, revela Mejía, quien va hacia la Quito Norte.

 NOTICIA
EL COMERCIO
Diario Independiente
Amanda Granda – Quito

No hay comentarios:

Publicar un comentario