Paulina vive entre las montañas

Paulina Aulestia supera con poco el metro y medio de estatura, pero es de las pocas mujeres ecuatorianas que ha contemplado la inmensidad del planeta desde las cumbres más altas de África, Europa, América, Oceanía y Asia.

Foto: El Comercio. En la preparación.

Antes de partir a la Antártida, la montañista

acudió a La Carolina para ejercitarse.

Por estos días la montañista y abogada quiteña de 43 años emprende otra travesía. Esta vez en La Antártida, en el Polo Sur.

Allí, buscará la cumbre del Vinson, de 4 897 metros sobre el nivel del mar (msnm), entre el domingo y lunes próximos (2-3 de diciembre), según lo planificado.

De conseguirlo, Aulestia estará a una sola cumbre de completar luego el gran reto que se planteó cinco años atrás, cuando se propuso subir las montañas más altas de cada continente en un proyecto denominado Siete Cumbres.

Claro, esa última montaña que aún le restará es el Everest, la más grande del planeta con 8 848 msnm que se encuentra en la Cordillera de los Himalayas, en Asia.

Hasta allí ya llegó dos veces, en el 2006 y el 2009, pero sin alcanzar la cima. En su segundo intento subió hasta los 8 600 msnm, con la ayuda de oxígeno adicional desde los 8 000 msnm.

En su página de Facebook, la quiteña apuntó que se encuentra en el campo base, en Patriot Hills, a 2 600 msnm, con una temperatura -15 grados. Ella comparte la expedición con chilenos, estadounidenses y franceses.

Antes de su viaje, la expedicionaria comentó que gracias al montañismo, actividad en la que se inició hace 20 años en el Club de la Universidad Central, ha podido darse cuenta que los seres humanos “podemos dar más de lo que imaginamos. Que solo es cuestión de tomar una decisión. De ejecutar los sueños”.

Precisamente para conseguir su ‘sueño’ se entrena hasta cuatro horas diarias, seis días por semana. Para mantenerse en forma corre y pedalea por las montañas en su bicicleta. Además, permanentemente acude a las montañas cercanas a la capital, como el Pichincha, Cotopaxi, Ilinizas, entre otras elevaciones en las que se entrena para soportar la altitud.

Le apasiona la naturaleza y el montañismo, al punto que es monitora de montaña y aspirante a instructora en alta montaña.

Para el próximo año, además, buscará cerrar su proyecto. Tiene programado acudir nuevamente al Everest y espera llegar a la cumbre en su tercer intento.

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EL COMERCIO

Diario Independiente

Redacción Deportes – Quito