martes, noviembre 27, 2012

Los profesores de 70 años empiezan a decir adiós a la Universidad

Para impartir su cátedra de ingeniería química, Gastón Guerra llama al ascensor. Es viernes. Sube al séptimo piso del edificio azul de la Escuela Politécnica Nacional, donde lo esperan sus alumnos de octavo semestre.

Foto: El Comercio. En la Escuela Politécnica.
Gastón Guerra imparte su cátedra de ingeniería química
a los estudiantes de octavo semestre.
Desde hace 40 años, cuando se graduó de la universidad, ese ha sido su segundo hogar. Ha viajado por el mundo, ha estudiado y trabajado para empresas en la misma rama que imparte sus clases y fue inspector de armas químicas en la Organización de las Naciones Unidas. Pero hasta febrero, él y otros 27 de esa institución superior deben dejar la cátedra.

Eso lo entristece. Dice no saber con exactitud qué hará luego del 31 de diciembre. Esa fue la fecha límite que el Reglamento de Escalafón y Carrera del Docente Universitario estipula para que los maestros de 70 años renuncien voluntariamente.

Los alumnos de Guerra esperan ansiosos con sus portátiles su llegada, a las 14:00. “Es uno de los mejores profesores de la carrera”, dice Daniel Ramos, estudiante.

Para mejorar la Educación Superior, el Régimen exige un PhD a los docentes titulares. Según estadísticas del Sistema Nacional de Información de la Educación Superior, actualmente un 2% tiene PhD, es decir 776 maestros de alrededor de 38 800 a escala nacional. Un 40% tiene licenciatura u otro título de tercer nivel.

La decisión del Consejo de Educación Superior (CES) fue que hasta el 2017, los catedráticos lo obtengan o se retiren con una jubilación voluntaria. Pero esa opción es para quienes hasta este año no hayan cumplido los 70.

Guerra ya tiene 71. Se sienta en su oficina con su camisa a cuadros, una de sus favoritas, y con dos bolígrafos en su bolsillo. “Ante la situación, uno debe disimular lo que siente y decir en la casa que se trata de una nueva etapa”, expresa, y confiesa que muchos de sus compañeros han derramado lágrimas de despedida.

La semana pasada, a la Universidad Central del Ecuador (UCE) llegaron docentes de Brasil, Cuba y Colombia para hablar sobre las problemáticas de la educación superior. Uno de los ejes del conversatorio fue la jubilación voluntaria. En el acto, el representante de la Universidad de Brasil afirmó haber impulsado un plan de conservación del docente valioso. Tras la emisión de un reglamento de educación superior similar al de Ecuador, los docentes con méritos continúan impartiendo sus cátedras como invitados o en calidad de honorarios.

Enrique Santos, vocal del CES, señaló que al menos en el sector público se considera que los jubilados podrían estar como honorarios por dos años.

Clímaco Egas, vicerrector académico de la UCE, dice que esa regulación en Brasil la realizó un organismo independiente y que debería ser seriamente analizado también en el país. “No hay docentes disponibles con la suficiente experiencia y con las mismas capacidades que tienen los que se van. Es importante que la Educación Superior se renueve, pero se debe garantizar la calidad. Son maestros respetados”.

“Se nos considera ancianos. Dicen que nos darán los beneficios de ley con la jubilación pero todo hasta ahora está solo en el papel”, dice Miguel Parreño, docente y jefe de Análisis instrumental y de Petróleos de la Politécnica.

Parreño ha impartido clases durante 40 años. Es padre de dos hijos. Uno de ellos es ingeniero electrónico y dicta clases en el Tecnológico de Monterrey. “Aquí buscó empleo luego de su masterado, pero allá fue valorado”.

René Ramírez, presidente del CES, indicó que para los pagos de las jubilaciones y beneficios que deberán recibir los docentes se dispone de USD 60 millones. USD 14 millones serán para los 800 que saldrán hasta febrero, de universidades públicas de categoría A. Las demás deberán hacerlo a través del Banco del Estado.

58 años es el promedio

El Reglamento de Escalafón  Docente fue aprobado el pasado 31 de octubre, con  nueve  votos a favor de los 10  miembros del Consejo de Educación Superior.

Aproximadamente  800 docentes universitarios deberán jubilarse hasta febrero. La mayoría se  concentra   en la Universidad Central del Ecuador, Politécnica Nacional, Técnica de Ambato y de Guayaquil.

El sueldo mínimo   de un profesor universitario es de  USD 1  875 al mes, según la escala remunerativa oficial.  58  años es la edad promedio del docente universitario en el país, el cual debe jubilarse a los 70  años, según las nuevas normas en vigencia.

NOTICIA
EL COMERCIO
Diario Independiente
Pamela Parra – Quito

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